La estrategia del "océano azul" consiste en hacer lo contrario de lo que haga la competencia. Frente a un océano rojo, marcado casi en exclusiva por una guerra de precios para mantener o tratar de ampliar la cuota de clientes, este otro enfoque se basa en detectar aquellos nichos o espacios de mercado en los que no hay competencia. De esta forma, se opta por una estrategia de valor, en la que el precio no es el factor diferencial.
A pesar de ser un texto de hace unos cuantos años, su vigencia es más que evidente. En entornos cada vez más saturados de competencia, con una demanda en continua expansión, es la innovación de valor el camino a seguir para poder ser diferencial y no solo sobrevivir sino también crecer. De esto trata la estrategia Blue Ocean.
En primer lugar, hay que alejarse de convencionalismos y estudiar a la competencia. ¿Dónde están? ¿Cuál es su curva de valor para determinados factores? Una vez hecho esto, hay que estudiar los clientes y las características de nuestros productos y servicios, y ver qué eliminar y qué potencia, qué eliminar y qué crear. De esta forma, generamos una curva de valor objetivo radicalmente diferente de la de la competencia, alcanzando así un espacio donde no existe tal competencia y por tanto donde puede generarse un crecimiento sostenible en el tiempo donde el precio no es el indicador clave y desde donde se puede innovar y ser diferentes.
Hay que alejarse de los convencionalismos y no dar nada por sentado. Lo que el sector considera como algo inamovible tal vez no lo sea y ahí radique la forma de diferenciarse. Competir no siempre es sinónimo de éxito, todo lo contrario. En la diferenciación está la clave.
Así, el método propone categorizar los productos y/o servicios de una empresa en tres grupos:
- Pioneros
- Emigrantes
- Colonos
Si todo nuestro valor se concentra en "colonos", estamos en un océanos rojo. Poco o nada de valor diferencial, mucha competencia, nada de innovación y donde el precio lo marca todo. Nuestra estrategia ha de pasar por tanto por una combinación de las tres, tendiendo a crecer en "pioneros", donde radica la innovación de valor y la diferenciación frente a la competencia y donde será más sencillo encontrar océanos azules.
Lo bueno de este libro es que explica el método "Blue Ocean" a través de ejemplos reales, lo que hace que sea más fácil asimilar los conceptos y el por qué de los distintos pasos que compone el modelo.
Otro aspecto donde hace mucho hincapié es en las personas que componen la organización. Nada sorprendente por otra parte. Mediante tres conceptos claros (Implicación, Explicación y Claridad de Expectativas) se pretende que la organización sea una máquina perfectamente engrasada para poder dedicar su estrategia a la innovación de valor. Solo a partir de una comunicación abierta y una relación honesta y respetuosa, se pueden construir estos modelos.
Finalmente, describe los 6 aspectos que han de tener en cuenta para construir una curva de valor radicalmente diferente:
- Analizar otros sectores y productos sustitutivos
- Analizar los grupos estratégicos
- Analizar la cadena de compradores
- Analizar productos y servicios complementarios
- Analizar el atractivo emocional o funcional de los productos o servicios
- Analizar tendencias a medio y largo plazo
En definitiva, un enfoque muy interesante para aquellas organizaciones que estén inmersas en un sector (no necesariamente tecnológico) altamente competitivo y que busquen un crecimiento sostenible a través de la innovación de valor, buscando espacios no explorados previamente y carentes por tanto de una competencia feroz.
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